Tony León es uno de los muchos trabajadores que se benefician de la época navideña y las costumbres religiosas gracias a la demanda que traen consigo. Desde hace 15 años abre su puesto en la bahía para laborar de artesano; con un pincel, pasta, y pegamento en la mano, refacciona figuritas de cerámica de los nacimientos incompletos que le traen; un niño Jesús sin mano, una virgen si cabeza, un José sin bastón… Son algunos de los arreglos que Tony tiene que hacer para que los pesebres no se vean incompletos: “A veces vienen señoras que me piden que les arregle un nacimiento porque estuvo en su familia más de 40 años y no quieren deshacerse de él, entonces yo les ayudo a conservar esas piezas invaluables”.
La habilidad de Tony con las manos la heredó de su padre, quién también trabajó hace más de 25 años con cerámica y le enseño el oficio. Tony nos cuenta que la manufactura de los nacimientos la tiene en los esteros, lugar donde creció y aprendió a darles rostro a Jesús, María y José, pero su negocio lo lleva a la Bahía todas las mañanas por los meses de noviembre a enero. La tradición de recrear el nacimiento del niño Jesús le deja a Tony una ganancia promedio de 50 a 150 dólares diarios, dependiendo cuantas figuras venda y la satisfacción de entregar cada pedido en buenas condiciones.
Escrito por: Romina Córdoba
No hay comentarios:
Publicar un comentario